Cuando Kenai y Koda llegan a lo más alto de la montaña en "Tierra de Osos", las luces aparecen para ellos. Aunque sucede en una película de Disney, las auroras son reales y se hicieron visibles en puntos en que suelen verse con muy poca frecuencia como Ushuaia y Base Marambio en la Antártida.
Sucede que cuando estas luces se ven en el hemisferio norte de la Tierra, se denominan auroras boreales. Pero cuando se hacen visibles en el hemisferio sur, se habla de auroras australes. Así, un rojo intenso tiñó el cielo y sorprendió a los habitantes de diferentes puntos del planeta. Pero, ¿qué ocasionó este fenómeno?
La tormenta solar más grande de los últimos años
El hemisferio sur pudo ver las auroras gracias a una de las tormentas solares más potentes de las últimas décadas. El fenómeno genera una “emisión de partículas cargadas que son protones y electrones”, según explicó el astrónomo Marcelo Miller Bertolami.
Cuando el denominado "viento solar" es más fuerte de lo habitual, se habla de una tormenta solar. En estos eventos la gran estrella libera partículas que se diseminan por todo el sistema solar. Estas partículas entran en contacto con la atmósfera, momento en que se producen las auroras.
Las partículas de la corriente solar, al llegar a nuestro planeta, entran en contacto con el campo electromagnético que las dirige hacia los polos magnéticos, situados al norte y al sur del planeta Tierra. En el choque de partículas se generan descargas eléctricas que producen los colores que se ven en el cielo
En Argentina, la ráfaga de colores pudo observarse desde Ushuaia, El Chalten, El Calafate y Antártida; en Chile, desde Puerto Arenas. También se vieron desde algunos puntos de Uruguay. Pero llamó la atención la llegada a latitudes en que es muy poco frecuente ver auroras en el hemisferio norte, como Estados Unidos, Ucrania, Suiza, Austria, España, Inglaterra y hasta el norte de Italia.